EFECTOS DE UN PROGRAMA EN LA CREATIVIDAD DE DOCENTES DE EDUCACIÓN INICIAL.

Magaly Sarmiento Romero


La creatividad como forma de vida

      Se precisa descubrir la creatividad como el potencial que está esperando crecer y desarrollarse, considerando que es un reto propiciar tal desarrollo, de acuerdo a los cambios y transformaciones que se suscitan en la sociedad, tomando en cuenta  que ser creativo es un compromiso con uno mismo y con la sociedad. Al respecto Neill citado por Sefchovich (2000), sostiene “que la creatividad se ha abandonado, sin fomentar su crecimiento y desarrollo, pues no se le presta atención; más aun, casi hemos olvidado que existe”. (p.21). Visto desde esta perspectiva, ya se hubiese encontrado una solución para el problema del hambre, de la contaminación o de la guerra, de tal manera que la convivencia entre los pueblos estaría sobre las bases de la paz, la prosperidad, la productividad, entre otros.


Dentro de este marco Arneheim (1977), opina “que se ha atrofiado este potencial porque no se sabe “ver”, se ha perdido la capacidad de observar y solo se utilizan los ojos como instrumento de medida y peso”(p. 4). Esto conlleva a la poca utilidad del tiempo para percibir dejando de lado todo lo que no se pueda verbalizar. Lo que implica que se siente y se percibe lo que se encuentra en el medio de manera deficiente, es decir, existe una forma de pensamiento visual que no se usa de la manera más correcta y asertiva.

      Por otro lado, Piaget (1978), se refiere al desarrollo de dicho potencial como base fundamental para el entendimiento lógico de las materias científicas tales como matemáticas, física, o biología y como requisito indispensable para la formación de la personalidad. ”Entender es inventar o reconstruir por invención, y no habrá más remedio que doblegarse a este tipo de necesidades si se pretende, de cara al futuro, modelar individuos capaces de producir o de crear y no tan solo de repetir” (p.57)

      Cabe destacar que en investigaciones efectuadas por Sperry (1980), se sabe que el centro del habla está ubicado en el hemisferio cerebral izquierdo, y demostró que el hemisferio cerebral derecho es el encargado de percibir formas y espacios. Así mismo se obtuvo como resultado que si se poseen dos ojos por medio de los cuales recibimos información, esta información es enviada al cerebro, y cada hemisferio es responsable de procesarla en forma distinta. El cuerpo calloso sirve para que los hemisferios se comuniquen entre sí y seamos una persona que siente, piensa y se comportan como una unidad.

      Continuando con el mismo autor, indica que el hemisferio cerebral izquierdo se comporta de forma lógica, verbal, mientras que el derecho es el encargado de las percepciones espaciales, no temporales, sintéticas, ni analíticas sino más bien perceptivas.  Si nos hacemos consientes de las habilidades del hemisferio cerebral derecho, si somos capaces de distinguir este estado de ánimo que se manifiesta al usar uno u otro hemisferio y controlar a voluntad, seremos capaces de hacer programas escolares más completos que se apoyan en un cerebro completo y que utilicen estas potencialidades en nuestro provecho.

      Todo esto permitirá el desarrollo potencial creativo innato de cada niño, de cada maestro, de cada padre de familia y de cada persona involucrada en la comunidad educativa y la sociedad en general, y además traería como resultado una forma creativa de vivir que sería aplicada en todo momento y en los actos que cada uno de nosotros realice. Se podría incluso adquirir el compromiso de dar otra vía de expresión a nuestra emociones, para comunicarse mejor con nuestros semejantes y sobre todo, para ser capaces de dar respuestas a los problemas personales, familiares y sociales con los que se enfrentan día a día.

      De igual manera, ofrecer a los niños las posibilidades para dar respuesta a dichos retos y adaptarse al mundo de mañana. Esta adaptación es un constante cambio y requiere de mucha habilidades, entre otras la de ser creativos para saber adoptar rápidamente ideas y conocimientos nuevos y ser capaces de desechar otros entes adquiridos. Ser creativos en términos de acción y de compromiso Los programas deben ser equilibrados con actividades diseñadas para desarrollar las habilidades cognitivas e intelectuales; y diseñar actividades que sean un reto para las habilidades del hemisferio cerebral derecho. En la medida en que se ofrece que el desarrollo emocional esté equilibrado, podremos exigir el aprendizaje cognoscitivo

      De allí radica la importancia de la actualización y capacitación del docente de tal manera que pueda afrontar asertivamente los retos que le impone su grupo de niños, del mismo modo que pueda satisfacer el interés individual y el interés colectivo brindando diversidad de oportunidades para que el niño desarrolle su autonomía, su autoestima, su creatividad, entre otros. Teniendo siempre presente esa apertura al cambio, a la novedad, a la innovación, y proponiendo estrategias que pongan en funcionamiento los dos hemisferios.

      Sobre el asunto Nava (2003), opina que”el docente es aquel que promueve un ambiente creativo, que emprende una práctica pedagógica, ética, honesta, visible y pone énfasis en las competencias creadoras de los discentes” (p.34), lo que significa que el escenario debe estar organizado de tal manera que promueva estrategias significativas que mantengan despierto el interés de los niños, propiciando la ampliación de sus experiencias a otros contextos y al intercambio de saberes.

      Es por ello que la creatividad ha pasado de ser un fenómeno psicológico a un hecho social. En ese sentido, De la Torre (1997), expresa que” En la educación, la creatividad está pasando de ser una actividad ligada a la fantasía o la expresión plástica a valor educativo que ha desarrollarse a través del currículum escolar.”(p.22). Si la creatividad es un valor social y educativo similar a la sociedad, la cooperación, la actitud participativa, y tan primordial como el razonamiento, las aptitudes intelectuales o las estrategias cognitivas, ha de plantearse en proyectos educativos para incorporarse en los objetivos de todas las materias curriculares.

      Por ello se hace necesario, como lo expresa Franco(2004), “Que el sistema educacional, puede ser considerado como el medio más propicio para desarrollar la capacidad creativa, dada la gran cobertura que posee y la gran cantidad de tiempo que los niños pasan allí.”(s/p), Atendiendo a estas consideraciones, el sistema educativo urge de programas y proyectos que conlleven al desarrollo integral del hombre, favoreciendo la actualización de todas sus potencialidades creativas.
El espacio conceptual de la creatividad

      Si bien es cierto que este aspecto significa argumentar sobre la metodología, herramientas, recursos, técnicas educacionales ha de sugerir que los mismos encaminen el desarrollo de actitudes y habilidades hacia el descubrimiento, la originalidad, entre otros. En este sentido, De la Torre (1997), afirma que “El desarrollo de actitudes y habilidades hacia la divergencia, la innovación y la creatividad ha de estar presente en todas las materias y tareas escolares, incluidas las actividades fuera del aula.”(p.23)

      Por otro lado manifiesta el autor antes mencionado, que la creatividad es diversificadora atendiendo al periodo biocultural de los sujetos. En cada unos de los periodos, desde el preescolar al profesional adulto, predominan unas aptitudes básicas y unos niveles de manifestación diferenciales. Así, en el periodo infantil, el potencial creativo adopta la forma de fantasía se manifiesta a través del animismo, las sensopercepciones, la expresividad espontánea. En el proceso profesional prevalece al talento creador y la autorrealización, manifestándose a través de la producción valiosa y la creatividad personal

      Sostiene el mismo autor que en la educación hay objetivos, métodos, actividades o medios que se adecuan a determinar contextos o sujetos. Los autores son unánimes en reconocer que todo ser humano es potencialmente creativo Sin embargo, el proceso educativo incluye actores y autores que defienden o no el método enseñanza aprendizaje tomando el docente un papel significativo hacia el logro de los objetivos educacionales, tal como lo expresa Chacón (2004),”Las experiencias favorecedoras de la renovación real del proceso enseñanza parte de la capacidad de los docentes. Ellos son finalmente, los orientadores responsables del proceso de enseñar y aprender en el aula de clase y fuera de ella” (p.19)
Sobre la base de las ideas expuestas, autores como Marín y De la Torre(1997),  manifiesta que el espacio creativo vendrá definido, pues por dos coordenadas, en torno a las cuales cabe fijar el marco y las características de la actividad creativa: ideación y comunicación. ¿Cómo conseguir tener ideas? Ello supone, generalmente, una fase de apertura, interrogación recepción, asimilación. En ciertas personas, las de estilo globalizador, prevalecen los procesos intuitivos, sintéticos, de visión rápida de lo que busca; otras las de estilo focal, son más analíticas, procede paso a paso, consiguiendo sus propósitos a través de una dedicación y esfuerzo continuos.

      Igualmente plantean que el mecanismo cognitivo más frecuente de ideación es la transformación personal de contenidos o ideas interiorizadas en algún momento. La creatividad comienza, pues, con el modo de percibir el medio y se consuma en la “transacción” o transformación del mismo. El niño de tres (3) años inventa palabras como “chispar” a las que aplican los patrones de verbo o acción y de oficio o profesión. El escolar recomponiendo y llevando a cabo transformaciones personales que van más allá de la recepción de patrones habituales respecto a su edad. El adolescente que nos hace pensar con sus divergencias, unas veces disparatadas y otras coherentes, está potenciando su pensamiento divergente. El joven realiza proyectos innovadores está accediendo a una creatividad productiva, valiosa, de repercusiones sociales.

      La segunda coordenada definidora del espacio creativo es la comunicación o expresión de las ideas. Puede relacionarse con una fase del proceso. Lo creativo acaba manifestándose, ya sea a través de la expresión espontánea realizaciones de valor o propuesta originales. ¿Por qué es necesaria la comunicación? Las ideas no ocurren en el vacío, sino que están vinculadas a un referente: el mundo de las personas, las cosas, los sentimientos. El pensamiento trabaja con conceptos y estos se “elicitan” de la realidad percibida o imaginada. Dicho con un ejemplo cuando nos planteamos un problema y se le busca la solución al mismo, existen siempre los términos en que se plantea, el ámbito en que tiene lugar y el contexto o condiciones que lo delimitan.

      En párrafos anteriores se señalo las diversas manifestaciones del lenguaje y su importancia para propiciar un ambiente de aceptación, seguridad, de libertad, de espontaneidad, indicadores que son indispensables para desarrollar la creatividad. Así mismo darle valor a todo el proceso que se inicia desde como se perciben las informaciones, como las procesa el cerebro y de que forma se dan respuestas a esos estímulos, categorizando que si se perciben estímulos positivos se darán respuestas positivas.

      Es por ello que Marín y De la Torre (1997), insiste que si la ideación refleja la cara unificadora y generadora, la comunicación resalta los componentes diversificadores de la creatividad. Niveles, ámbito, atributos, aunque referidos a la creatividad en sentido unitario, conectan más directamente con la fase expresiva. El profesor creativo se preocupará por el diagnostico temprano, estimulará la expresión de quienes ya descuellan en un medio, reconociendo sus progresos. Fomentará la ideación con estímulos variados en quienes carezcan de inclinaciones específicas, hasta conseguir que se sientan atraídos por unos contenidos determinados. La creatividad es de naturaleza individual y social, y el maestro debe asumirlo.

      De igual manera expresan que delimitar es tomar postura. Decidir qué se incluye y se excluye. Éstas son las notas – límite, dentro de las cuales cabe hablar de estimulación creativa. La actividad creativa es intrínsicamente humana. Sólo el hombre crea (si se excluye a Dios), proyectando su mundo interior sobre el medio trasforma y nos comunica su visión personal, entre los cuales se generan procesos de racionalidad, libertad, enmarcados a un criterio social y cultural. Es por ello que se insiste que la actividad creativa es humanizadora y potenciadora de las cualidades y los atributos superiores del hombre

      Desde esta perspectiva la actividad creativa es intencional, direccional. Cuando el niño o el adulto crean, se proponen dar respuesta a algo, ya sea un problema o un impulso interno. Buscan satisfacer una tensión proveniente del exterior o del interior. Sus actos se encaminan a un fin. Hacia los tres años, el niño ya se propone el tipo de tarea antes de iniciar la acción. El adulto no busca soluciones a un problema hasta que éste se plantea. En todo acto humano, el propósito precede a la acción. El ser humano se caracteriza por introducir la intencionalidad en los actos de mayor trascendencia.

      Debe señalarse que la intencionalidad viene dada por los valores que marcan y dirigen nuestras acciones. La axiología se constituye, en tal sentido, el faro que ilumina la actuación humana con intención perfectiva. De igual modo que carece de sentido una comunicación sin mensaje, resulta incomprensible un acto creador no intencional. Al carácter formador de la actividad creativa interiorizamos el mundo que nos rodea a través de los sentidos, en vivencias y en reflexiones.

      Sin duda, la persona creativa recrea, cambia, reorganiza, redefine contenidos poseídos. Sabe mirar y extraer de su entorno aquella información o idea que precisa para su plan, se aprovechan ideas, detalles y con disposición de nutrirse del entorno. Evidentemente el profesor creativo transforma, traslada la información a contextos propios y la adecuada al discente. Se vale de imágenes, comparaciones, aplicaciones y otros recursos didácticos. Solamente el hombre crea, y al hacerlo comunica la transformación del medio.

      Visto desde esta perspectiva la creatividad es comunicativa por naturaleza. Esto es,  una
idea nueva, al igual que la mancha de aceite, tiende a extenderse, a proyectarse, a hacerse patente a través de la expresión. La idea se hace mensaje al comunicarse. Mientras no se comunica es sencillamente una idea. Sobre el asunto Heinelt (1999), señala que solamente el hombre crea, porque tiene capacidad de reconstruir mentalmente el mundo y transmitirlo su creación; de convertir las señales en símbolos. Cuando la fantasía funciona como alimento de un yo neurótico, o la originalidad es mero esnobismo, estamos ante la “seudicreatividad”.

      Retomando al autor De la Torre (1984), habla de cuatro notas que orientan a la hora de evaluar un producto creativo: novedad transformacional, variedad o diversidad de ideas, ajuste o adecuación a la propuesta inicial y síntesis. Definir es rodear un campo de ideas con una valla de palabras.  Lo que se intenta es orientar la intervención del profesor y la de cualquier profesional preocupado por desarrollar la creatividad en su medio, sin caer en utopías, esnobismos, permisivismos vanos. Como afirma Tejada (1989), “educar para la creatividad pasa necesariamente por una educación en creatividad.”(p.159)

      Por esta razón, se hace necesario la implementación de un programa que prepare al educador para que conciba en su quehacer educativa las actitudes que propicien en el alumno la innovación, la inventiva la espontaneidad, así como también la disposición para las improvisaciones de su grupo de niños, además del compromiso que adquirirá para su actualización y apertura al cambio, a la originalidad y la fluidez. Sin duda, el mantener un clima acorde para fomentar estos principios en el aula se convertirá en tarea fácil y divertida.

      Es por ello la insistencia que la creatividad de cada persona es recuperable debido a que la “producción divergente” de ideas es uno de los rasgos más notables de las características de la personalidad creativa. De ahí que ésta produjera un choque en la escuela tradicional, ya que su fuerza de acción reside en el pensamiento convergente, es decir lograr la reproducción de datos y no considerar una realidad en constantes movimientos y cambio. Aunado a esto,  es imprescindible sumar a padres, maestros y adultos significativos a este propósito.

      Para lograrlo es necesario que hoy surja la necesidad de formular una pedagogía creativa que abarque todos los programa de estudios en sus niveles y modalidades  para revaluarlas e integrarlas permitiendo procesos de transformación creando, innovando, producir algo nuevo o inexistente,  evitando la rigidez, los esquemas estereotipados,  para darle aplicabilidad a dichos programas sobre la base de una educación contextualizada en el medio cultural y social en la que se desarrolla, considerando los actores involucrados.

Al respecto en las investigaciones efectuadas por Torrance (1977)

Demuestra que la mayoría de los pequeños exhiben un valioso potencial creativo, que es destruido, en la mayoría de los casos, alrededor del cuarto grado. No sólo es criticable que los padres y los educadores deliberadamente sofoquen la creatividad del niño, sino que no logren siquiera reconocerlas, y con frecuencia la tomen por desobediencia, excentricidad e incluso estupidez. Se puede decir que un ser creativo es aquel que se preocupa por buscar información, la procesa, la transforma y la aplica adecuadamente a su realidad. (p.24)

 

      Debe señalarse que en estudios hechos recientemente, se ha encontrado que a  los adultos le es más difícil convivir  con niños creativos, pues éstos son más demandantes, críticos y seguros de sí mismos, lo cual exige de los educadores otra forma de ver y percibir las cosas. “La creatividad implica huir de lo obvio, lo seguro y lo previsible para producir algo que al menos para el niño, resulte novedoso” (p.25); por otro lado escribe el Dr. Torrance “ellos plantean una serie de problemas extra para los educadores y para los padres pues las constantes preguntas, experimentos y actos exploratorios del niño pueden llegar a exasperar a quienes lo rodean” (p.25).
Sin duda en la teoría y, simultáneamente, la capacidad vivencial; es necesario buscar experiencias que involucren los sentidos, redescubriendo las percepciones y sensaciones que han permanecido olvidadas en nosotros. En este sentido, Roger Van Dech citado por Sefchovich (2000), expresa que la sociedad ha creado cerrojos mentales que impiden el desarrollo de la creatividad porque conducen a un pensamiento convergente.

      De igual manera, mantiene que estos cerrojos “cierran” la posibilidad de tener libres asociaciones, de arriesgarse a nuevos retos, de crear cosas innovadoras, de atreverse a formular ideas que están fuera de lo común sin el temor de hacer el ridículo. En ese sentido,  indica la forma de cómo abrir estos cerrojos con unas llaves mentales que facilitan el pensamiento divergente, condición que permitirá fluir, atreverse a ser diferente y a desarrollar el potencial creativo


Cerrojos Mentales


Cerrojos

Llaves mentales

Da la respuesta correcta

Busca otras posibles respuestas

¡Esto no es lógico!

Busca distintas formas de pensamiento: analógico, valorativo, intuitivo, interrogativo...

Sigue las reglas

Todas las reglas son modificables: las reglas sociales cambian a medida que la sociedad también cambia.

¡Sé práctico!

Pero también se juguetón: no pierdas el sentido lúdico de la vida; usa la imaginación y fantasía.

Evita la ambigüedad

Procura la ambigüedad: casi nunca es “blanco o negro”; la contradicción está en todo.

¿Es malo equivocarse?

Aprende de tus propios errores?

Jugar es frívolo

Jugar es creativo, sano y productivo.

Ésta no es mi especialidad

Aprende a “pescar” ideas de otros campos; relaciona cosas nuevas, distintas e insólitas.

¡No seas loco!

En todos hay un artista, un bohemio imaginativo, un soñador y también un juez, un crítico, un racionalista. Hay que aprender a regular y alternar ambas conductas en momentos diferentes

¡No soy creativo!

Se aprende a ser creativo y la creatividad se desarrolla. Corre diariamente tu riesgo. Experimenta, juega.

Sé inteligente

Sé creativo. Busca ambientes y personas que estimulen y favorezcan tu creatividad

Fuente: Van Dech Roger, (2000)

Los bloqueos abarcan las áreas afectivas, cognoscitivas, psicomotrices, al modificar la conducta, es un área existen transferencia de un nivel al otro. Atendiendo a estas consideraciones si en el aula se encuentra algún niño retraído, que presta poco interés por las actividades que el docente propicia, dicha actitud trasciende en su desarrollo ya que no intentará asumir retos, no se arriesgará a decidirse , su postura corporal es cerrada, entre otros, adquiriendo pocos o escasos conocimientos generalizándose bloqueos en las áreas anteriormente mencionadas.

      No obstante este desbloqueo se facilita con un ambiente de confianza, seguridad, respeto, fomentando refuerzos positivos y propiciando experiencias enriquecedoras que despertarán el interés de ese niño por construir su propio aprendizaje. Por ello se hace necesario un docente preparado, motivado, dispuesto a generar estrategias mediadoras que proporcionen ese intercambio de saberes.

      Sobre la base de las ideas expuestas se considera la creatividad como un proceso dinámico, transformador, adaptativo a situaciones profesionales, personales, cotidianas, de igual manera, lo es el compromiso que se adquiere; en constante movimientos, cuestionamiento y acción, a fin de poder autoevaluar en la práctica nuestras reflexiones y crear condiciones originales en el acontecer educativo.

      Este proceso traerá como resultado un cambio en nuestras aptitudes: apertura a la experiencia, dar y recibir, aceptar las diferencias individuales de los seres humanos, respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás y, por último la libertad que no debe confundirse con libertinaje ya que la misma tiende a propiciar los ambientes necesarios para desarrollar el potencial creativo. Considerando además que el tiempo de duración de dichos procesos es limitado por el esfuerzo personal y constante de la individuo que se inicia en el mismo.
En este sentido Sefchovich (2000), expresa que:

La creatividad de los alumnos no puede hacerse más que a través de la reeducación creativa de los maestros y los padres. Que no sueñen los padres con el milagro de ver que sus hijos expresaran y enriquecerán su divergencia si ellos no abandonan sus modelos de convergencia. (p.30)

      El mismo autor (2000), considera que el proceso de recuperación creativa utiliza etapas, de las cuales algunas pueden adelantarse y otras pueden presentarse al mismo tiempo. Cada persona se inicia en el proceso según el momento personal que ésta viviendo lo cual significa que habrá personas que inicien su proceso en alguna experiencia de sensibilización, otras lo harán al tomar conciencia del potencial creativo, otras al analizar su forma creativa. El mismo se detalla a continuación:

      Lo importante es ubicarse en la etapa del proceso en la que se encuentre y determinar los pasos a seguir para lograr la recuperación creativa. El mismo es inacabado que, al iniciarlo, nos lleva a una forma de vida creativa, arriesgada, original, innovadora, y nos hace buscar nuevos caminos y retos para recuperar y desarrollar la capacidad creativa. Cabe destacar que hay que tener presente los factores familiares y sociales que rodean al individuo para brindar la atmósfera necesaria para que desarrolle armónicamente el potencial creador

      Por consiguiente el docente tendrá como obstáculo para desarrollar su potencial creativo su motivación intrínsica, la apertura al cambio, la necesidad de mejorar su acción pedagógica, el amor y la dedicación por su grupo de niños, el compromiso por brindar una educación de calidad contextualizada en los lineamientos del Currículo de Educación Inicial. Dicho de otra forma, posee en sus manos las herramientas para incrementarla, de tal manera que propicie el intercambio de saberes en su aula de clases y fuera de ella.

En este sentido Rogers (1984), afirma que, el proceso creativo es lo que vivimos, sentimos y experimentamos al bailar, pintar y, en general con la manifestación de nuestro ser; cuando nos expresamos y somos capaces de plasmar esta expresión. Cada uno de nosotros, al ser una persona única e irrepetible, tiene una forma distinta y peculiar de vivir y asimilar sus experiencias, y es condición para la buena comunicación, que logremos confiar en nuestra intuición a tal punto que seamos capaces de compartir esa forma propia de sentir y pensar con nuestro semejantes.

      Es por ello que aperturar, el permitir entrar a nuevas vivencias y sensibilizarnos a lo que sucede en nuestro ambiente, es la primera condición para que surjan las ideas y de esta forma se inicie el proceso creativo. Sin embargo, los actos creativos no siempre culminan en el éxito, se atraviesa por distintas etapas de crecimiento y algunos intentos sean frustrantes. Hay que entender estos momentos como parte de nuestro proceso general de desarrollo y enfrentarse de forma creativa a la frustración: esto es crecer.

      Por otra parte, Edward (1979) sostiene que somos capaces de vivir el estado de ánimo que sentimos al usar nuestro hemisferio cerebral derecho; pero, asimismo, somos capaces de analizar y criticar un acto o una idea creadora a través de las habilidades lógicas, cognitivas e intelectuales del hemisferio cerebral izquierdo, pero no todos los actos creativos de una persona le dejan huella permanente, pues algunos de esos actos terminan en el momento mismo de ser ejecutados y otro dejan una profunda marca de experiencia.

      También plantea que cuando vivimos el proceso creativo lo identificamos, lo hacemos nuestro. Cuando lo entendemos y gozamos, nos descubrimos a nosotros mismos; por esta razón, el proceso creativo es de por sí terapéutico. Se puede decir que para reconocer el proceso creativo, es necesario saber que durante el transcurso de éste, se atravesarán diversas etapas que se pueden suceder en periodos largos o cortos.

      Igualmente el proceso creativo ha sido analizado y definido por investigadores en los cuales se destaca tres momentos constantes: el primero preparación, recopilación de datos y experiencias; el segundo fases de inspiración, ilación o explosión y, por ultimo, un análisis conceptual de lo realizado, a partir del cual vamos a aprender. Sin embargo, no todas las personas tienen un potencial creativo innato, es por ello que Astruc citado por Sefchovich (2000), apunta a que existen dos tipos de personalidad creadoras “el creador tipo” o “intuitivo tipo” (inventor) y el “dinámico fantástico” (creador).

      Con referencia al primero es adquirido desde la infancia la costumbre de ser autosuficiente y es, por lo tanto, perceptivo al medio y tiene facilidad para retener y clasificar, de modo que sus procesos creativos lo conduzcan a verdaderos inventos. El segundo tipo, más generalizado. Es la personalidad creativa, que afronta y resuelve problemas y produce ideas, aunque éstas no sean grandes obras de arte o grandes inventos: es la personalidad creativa que todos pueden ser si se enseña a reencontrar con el proceso creativo y se esfuerzan en desarrollarlo.
En ese sentido, el educador se concilia en el segundo tipo de personalidad ya que indica que el proceso creativo puede desarrollarse y que la creatividad se considera bajo todas las perspectivas del proceso educativo, comenzando desde la forma de expresarse, tanto oral como gestualmente, la forma de percibir, entre otros, ambas  son importantes para fortalecer el proceso creativo. Visto así, el docente transformará la realidad de su entorno en beneficio de los objetivos enmarcados en el aula y fuera de ella.

 

      Desde otra perspectiva Wallas, citado por Ortiz (2005), establece algunas fases flexibles, abiertos y generales que conforman el proceso creativo, considerando desde la disposición personal y en donde el individuo creativo sondea, revisa y explora las características de las situaciones que se le presentan y  concentra la atención en pensar sobre lo que se quiere intervenir. Luego se realizan anotaciones, modificaciones y conexiones inusitadas, que van puliendo los avances conceptuales en la medida en que surgen las ideas. Seguidamente, surge la etapa en la que se visualiza la solución del problema, generalmente en forma inesperada en donde las piezas del rompecabezas encajan, es decir surge una idea nueva, satisfactoria, productiva.

 

      Posteriormente, se inicia el período en la que se confirma si la nueva idea es realmente novedosa y cumple o no con el objetivo para el cual fue concebida. Una vez confirmada en su novedad y pertinencia, se le dedica todo el tiempo y la atención requerida para desarrollarla y llevarla a cabo. Después se socializa la nueva idea o producto creativo con el propósito de lograr su entendimiento y aceptación, mediante una sustentación clara y precisa, soportada teórica, metodológica y técnicamente según los criterios y requisitos correspondientes a la naturaleza de la innovación.
Por último, se efectúa una evaluación crítica de los elementos que conforman la nueva idea o producto creativo. Así mismo, es imprescindible el análisis acucioso y crítico de los juicios valorativos recibidos, para tomar en cuenta aquellos que conlleven a ajustes y si es el caso a replanteamientos definitivos. La validación finaliza el ciclo del proceso creativo, cuando de ella se deriva el reconocimiento de la misma.

      Desde otro punto de vista, los indicadores que configuran la creatividad pueden ser desarrollados por el hombre a diferentes niveles utilizando su visión creativa, con el propósito de iniciar un abanico de posibilidades para ampliarla. Cabe destacar, que existen diversos puntos de vista acerca de este aspecto, algunos lo definen como capacidades, otros como habilidades. Sin embargo, en esta investigación se consideraran las capacidades del enfoque cognitivo factorial de Guilford citado por Gardié(1994), asumiendo “que los test de Guilford, no miden específicamente creatividad sino pensamiento divergente”, pero está contribuye considerablemente al desarrollo del pensamiento creativo(p.23).

      Prosiguiendo con el mencionado autor refiere que los test específicos para medir el pensamiento creativo se efectúa mediante las siguientes capacidades:

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